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miércoles, 2 de agosto de 2017

QUIÉN ES EL DUEÑO DE ESTA POCILGA?

Con la pregunta que da título a la entrada de la semana empieza también una de las escenas más memorables de la que es sin duda alguna una de mis películas favoritas de todos los tiempos y de cualquier género: Sin Perdón (The Unforgiven), de Clint Eastwood.

Muchas veces hablamos de "la banda sonora de nuestras vidas", por lo presente de la música en ellas, y por la identificación de algunas melodías con escenas de nuestras vivencias personales. Bien, Sin Perdón y sus diálogos están implantados en mi psique al mismo nivel. Por supuesto esta entrada va a estar plagada de Spoilers, si es que se puede hablar de ese término en una película con 25 años de maduración... si, porque aunque el vino de este film sabía excelente al paladar desde el primer sorbo de la primera botella sacada a la venta, sigue madurando y madurando, afinando taninos, o usando los términos vinícolas que prefiráis. Si no la habéis visto, hacedlo, sin duda, y volved entonces!



Como dato cuantitativo, es la película que más veces he visto en el cine, concretamente 5. Tal vez algún aficionado al cine podría ayudarme en mis recuerdos, porque intentando confirmar una anécdota que voy a relatar a continuación, sinceramente creo que las hemerotecas de internet andan erradas... Uno de los motivos que favorecieron a que entrase en una sala de cine en media decena de ocasiones fue una extraña combinación de fechas que se repitió unos pocos años después con Braveheart: Ambas películas se estrenaron relativamente lejos de la celebración de los Oscars, disfrutaron de cierto tiempo de visionado (en aquellos años el que una película estuviese en cartel 1 mes entero no era nada extraño), y luego, al ganar el Oscar a la Mejor Película, volvieron a disfrutar de un nuevo estreno por todo lo alto, con lo cual el tiempo de exhibición en las salas fue muy superior al habitual. He intentado contrastar este dato y creo que el tiempo siempre equipara el año de estreno de una película al de la celebración de los premios de la academia... pero como hablo de vivencias personales voy a dar por buenos a mis recuerdos. De cualquier manera, por más o menos tiempo que Sin Perdón ocupase el proyector de los cines, su excelencia fue la que me hizo casi abonarme a ella en sala grande.


Todo, absolutamente todo en esta película es extraordinario, al menos para mi. Recuerdo que en un programa de cine de la desaparecida Antena 3 radio, hablaron de ella directamente como Obra Maestra. Bien, hoy en día se dice de cualquier edición de Transformers, o incluso de videos de YouTube, pero aquella aseveración la estaba haciendo un cinéfilo de la vieja escuela que no le otorgaba esa calificación a nada con menos de 20 años en cartel. Recuerdo que una vez expuso una curiosa explicación de la diferencia entre "una Gran Película" y "una Obra Maestra". Ponía como ejemplo a E.T. y Casablanca. Decía que la primera vez que veías irse a E.T. despidiéndose de Elliot llorabas como una magdalena, pero cuando la veías por quinta vez, te importaba un pimiento que el bicho se fuese... pero que cada vez que veía Casablanca tenía la esperanza de que Ilsa no tome el avión y se quede con Rick. Yo aun no había ido por primera vez al cine a contemplar otro western de Clint Eastwood, pero aquello me abrió el apetito, y a día de hoy, todavía no lo he logrado saciarlo.

Uno de los componentes principales de la película y para mí el definitivo, son sus diálogos. Tiene una colección de frases inmortales que el salido de Pablo Coelho no hubiese pensado ni a punta de pistola. Como tantas veces he mencionado ya en el blog, al contrario que con Coelho éstas lucen coherencia con la historia y tienen continuidad entre ellas. Si pones, como hizo Eastwood, el extraordinario guion de David Webb Peoples en los labios de un Dream Team de actores, incluido el mismo, casi se perdonaría que la fotografía no fuese tan buena... lo terrorífico es que también lo era!

Puedo caer en el tópico de que lo que hace grande y única a la película es que sus protagonistas son antihéroes. Lo son, pero porque los papeles están invertidos. Aquí el tipo ultra duro que haría llorar a Chuck Norris con una mirada no es el personaje de Clint, sino "el malo". Vamos a meternos un poco en materia intentando seguir cierta estructura.

El argumento es muy simple. Una prostituta es maltratada por un cliente, un vaquero, que no duda en marcarle la cara y el cuerpo a cuchillo. El Sheriff interviene de forma muy benevolente al tratarse en sus palabras "de buenos chicos... si hubiesen sido gente de mal vivir...", así que las prostitutas del local Grill ofrecen una recompensa a quien acabe con el Cowboy y el amigo que le ayudó. Un pistolero novato contacta con 2 antiguos forajidos ya retirados para hacer el trabajo... Nada complicado, ni la historia da un giro inesperado. La grandeza es como se narra algo simple de forma tan magistral y con unos personajes colosales:

William Munny: El protagonista encarnado por Clint Eastwood. Durante toda la película Will se comporta como se nos presenta al principio del film, como un granjero. La gente que lo conoce le trata con confianza, pero como si fuesen consciente de lo peligroso que es en realidad. Munny pasa casi todo el metraje disculpándose, como si estuviese en un juicio, echando la culpa al alcohol y alabando a su difunta esposa de "curarle de lo hijo de perra que pudo llegar a ser". De hecho, hasta la escena final de la película, se muestra torpe a la hora de subirse al caballo e incluso de disparar. Es amable como nadie, pero cuando recibe el mazazo de que su amigo Ned Logan ha sido ajusticiado, agarra una botella de ese Whiskey que lleva años sin probar y empieza a beber si parar mientras le siguen detallando los hechos, explicando la confesión de Ned mientras era azotado sin parar, donde cuenta que él en realidad es William Munny, el que mató a un Marshall de Texas en los 60, que había dinamitado el Trans Pacific, y que le mataría a él por lo que le estaba haciendo... lo hace de una manera fría y mecánica... porque sabe que eso le transformará, y volverá a ser aquel hijo de perra, el que "disparó a cualquier cosa que se moviese". Mi escena favorita es la que empieza con la frase de la entrada de la semana, cuando borracho perdido, entra en el Grill, el Saloon donde está reunida toda la cuadrilla del Sheriff, éste incluído, armado con el rifle Spencer de su difunto amigo Ned, que "le espera fuera", metido en un ataúd descubierto y con el cartel de "Esto es lo que les pasa a los asesinos por aquí" colgado del cuello. La reunión de justicieros se queda muda al ver a Munny aparecer tan tranquilo por la puerta y preguntar "Quién es el dueño de esta pocilga?". Skinny, el "empresario", se presenta, brazos en alto, intentando calmar la situación explicando por cuanto compró el negocio cuando Munny dice a los que están a su alrededor "será mejor que os apartéis" y lo mata como quien da a una mosca con un trapo. El Sheriff le increpa "Ha matado a usted a un hombre desarmado" y Will le responde una de las más grandes frases de la historia del cine "pues debió haberse armado cuando decidió decorar su Saloon con mi amigo". Ahora mismo tengo la carne de gallina!




Ned Logan: Morgan Freeman es el amigo más antiguo de Will. También retirado vive con su mujer india, Sally Dos Árboles, que sigue mirando a Munny como el asesino despiadado que fue. Cuando escucha los argumentos de Will de que "es que ya no soy el mismo", asiente no con mucho convencimiento. Curiosamente, él que no tenía remordimientos de volver a matar ya que lo de "acuchillar a una dama" justificaba cualquier castigo, se retira del trío de cazarrecompensas asustado con la idea de quitar otra vida. Su papel en parte se encarga de la parte de "pistolero bueno", y sus frases, con cierto cariz cómico, intentan quitar hierro al asunto. Son especialmente divertidas sus intervenciones cuando duermen al raso, maldiciendo y contando lo que va a echar de menos a su mujer, a su cama, a su tejado...




Schofield Kid: Posiblemente el primer papel de Jaimz Woolvett en el cine, y no le toca otra que hacerse el pistolero fanfarrón que supuestamente ya ha matado a varios hombre. Es sobrino de un excompañero de cuadrilla de Munny y sabe de su reputación. Es él quien recluta a Will quien a su vez añade a Ned al funesto trío que dará justicia a las Señoritas de Big Whiskey... un trío con un granjero, un tirador que no quiere matar, y él mismo, que no ve a más de "50 pies". En su escena final, siendo encargado de darle a Sally dos Árboles la parte de la recompensa de Ned, y ya habiendo confesado que lo más cerca que estuvo de matar fue "romperle la pierna con una pala a un Mexicano que le atacó con un cuchillo", le dice a Munny "yo no soy como tú..." mirándole con un miedo atroz, como si supiese lo que va a hacer.

Imagen de wikia.com


Bob el Inglés: Richard Harris da vida a un pistolero Inglés, "contratado por el Ferrocarril para matar Chinos". Con aire claramente colonialista, trata a los Yankees con fingida condescendencia, y se pasa el 90 % de sus magníficos fraseos aludiendo a la grandeza de la Realeza. La escena en la que se presenta es brutal. Como pasajero de un tren en dirección a Big Whiskey, dialoga con un grupo de Vaqueros sobre el reciente asesinato del Presidente de los Estados Unidos. Todo su discurso alardea de la Realeza Británica, y de como el clima y las grandes distancias incitan a los americanos a disparar a presidentes. Frecuentemente empieza sus frases con "sin ánimo de ofender...". Finalmente uno de los pasajeros se enfrenta a él hasta que le dicen que es "Bob el Inglés". Al saber de su reputación el hombre se echa atrás, pero Bob está secretamente deseando disparar, así que le reta a hacerlo a los Faisanes que vuelan cerca del ferrocarril "Yo dispararé por la Reina y usted por... por quien quiera", aludiendo sin decirlo a la falta del Presidente. Una vez gana el reto sin ninguna dificultad, su "duelista" le paga mientras reconoce "dispara usted bastante bien", a lo que Bob responde "sin duda su puntería se ha visto afectada por el pesar de la pérdida de su Presidente". Sigue haciendo propaganda monárquica hasta poco antes de dar con la horma de su zapato, cuando en la barbería de Big Whiskey explica detalladamente al barbero como "si apuntase con un arma a un miembro de la realeza su mano temblaría y quedaría... extasiado... pero un presidente? Porqué no disparar a un Presidente?".



Little Bill: Mi personaje favorito lo interpreta Gene Hackman. Es el Sheriff del pueblucho de los hechos, y, éste si, es un tipo duro de verdad. Con su presencia la gente ya sabe a qué atenerse. En el inicio de la película, como ya mencioné en el argumento, deja libres a los vaqueros que hirieron a la joven prostituta con una multa a pagar en forma de caballos, no a ella, si no a Skinny, el dueño del local, con el cual Delilah FitzGerald "la puta herida", tenía un contrato de "propiedad"...  de "propiedad maltratada", como le recuerda a Little Bill, lo cual dice mucho de la tolerancia y valores del lejano oeste. Realmente no hace más que intentar imponer la justicia de entonces. Para él obra bien, y no tolera a los pistoleros en su pueblo. Es por ello que, cuando se entera de la presencia de su viejo "amigo" Bob el Inglés, le espera a la salida de la Barbería, y tras retirarle todas sus armas le suelta "has estado hablando otra vez de la realeza? El día de la independencia?" para arrearle con el último revolver sustraído en plena cara, y darle una soberana paliza a Bob, mientras explica que no le está hablando a él, si no a todos los pistoleros que estén tentados de cobrar "el oro de las zorras". 2 frases/escenas tremendas de las muchas que tiene: Tras dar una buena tunda a un febril William Munny tomándole por un cazarrecompensas, Alice Strawberry, la "prostituta jefa", le engaña, para hacer ver que estaba equivocado... "has pegado a un hombre inocente"... y Little Bill, con un tremendo desprecio dice "Inocente? Inocente de qué?"! Con esa breve sentencia defenestra al estado de derecho, la presunción de inocencia, y cualquier valor del cumplimiento de la ley. Para el Sheriff cualquiera es culpable hasta que se demuestre lo contrario. La otra, que me encanta, tiene lugar mientras Bob el Inglés está en el calabozo y él habla con el biógrafo del pistolero. Little Bill lee libros supuestamente históricos sobre Bob y con asombro ve una portada con el título El Duque de la muerte (the Duke of Death), pero él lee "El Pato de la Muerte" (por la similitud en inglés de las palabras Duke/Duque con Duck/pato). El biógrafo le corrige, siguen hablando, y en otro momento de la conversación dice "se refiere al Pato?", el escritor corrige de nuevo "al Duque", y Little Bill, con cara de asesino replica "he dicho Pato". No abandona su rudeza ni instantes antes de morir, mirando con odio a William Munny, recordándole que le verá en el infierno.



W.W. Beauchamp: Interpretado por Saul Rubinek, es el escritor/biógrafo de Bob el Inglés. No duda en abandonar a Bob cuando éste, junto a su Peace Meaker destrozado, es "desterrado" del pueblo, y ponerse al servicio de Little Bill, personaje al que otorga mayor credibilidad e interés para sus novelas. Además de la escena de "El Pato de la Muerte" relatada anteriormente, ha de escuchar a boca tanto de Munny como del Sheriff, ante su declaración de que es Escritor, la pregunta de "Escritor? Escribe Cartas?"... La literatura, al igual que las armas de fuego, parecía prohibida en Big Whiskey.

Beauchamp a la izquierda, con gafas de escritor de libros, no de cartas



Delilah Fitgerald: Anna Thompson es la chica que da origen a todo, al ser marcada por un vaquero al echarse a reir de él "al ver lo pequeña que la tenía". Tras curarse y con las cicatrices bien visibles, es relevada de "sus funciones" por Skinny, el dueño del local, ya que nadie querría acostarse con ella. Parece enamorarse de William Munny. En otra gran escena le cuenta a Will que sus amigos ya han cobrado parte del trabajo por adelantado con "servicios especiales gratis"... y acaba preguntándole "quiere un servicio gratis?" Will contesta que no y ella avergonzada aclara que no se refería a que fuese ella con quien "cobrase anticipadamente". Munny le cuenta que no es por ella, que es una mujer preciosa y que no le importan sus cicatrices, pero que él tiene una esposa a la que es fiel, y que, de cobrar anticipadamente, no dudaría en hacerlo con ella.



No he hecho nada nuevo hablando de esta película. No ha acabado de ser ni un reportaje sobre la misma, ni de un compendio de frases (como era mi primera intención). He avisado de los spoilers antes de empezar, y lo que he relatado posteriormente no será ninguna sorpresa para quien haya visto al Film. De todas maneras, como decía, Sin Perdón forma parte de mi vida, y seguiré pensando, cada vez que entro en un lugar hostil "quién es el dueño de esta pocilga?", y tanto me da si el propietario es inocente... inocente, de qué?

4 comentarios:

  1. Para matarme pero.... no la he visto!!! ��
    Lo sé, no tengo "perdón" jajajaja y eso q sé que es un clásico y q me encanta Clint Eastwood...
    En cuanto la veo te comento como Dios manda ;)

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    1. Vale la pena al 200 %. Si te gusta Eastwood no te va a defraudar. Ya me contarás!!!

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  2. Pues me pasa igual que a Mami rebelde... ¡¡¡Tampoco la he visto!!! Pero ya la tengo en lista y preparada, así que he preferido no leer nada más allá de los dos primeros párrafos y, como aconsejas, volver después de verla.
    Ya te contaré...

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    1. Hola Álex! Pues por aquí te espero cuando puedas verla, si no antes!!! Espero tu opinión! Un abrazo!!!

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