Menuda obviedad, no? Sé en lo que estáis pensado! "ahora va a soltarnos una retahíla de males que aquejan a la humanidad por culpa de los malotes"... No! No voy por ahí! No me estoy refiriendo a los cientos de miles de millones de mentes enfermas que han diezmado de paz y bienestar al ser humano durante su existencia! Como siempre, yo voy siempre a por lo más sutil...
... Hay una serie de comportamientos que me despiertan en mí un instinto de lo más violento. Tanto como Chuck Norris en un meeting del Partido Comunista, y casi al mismo nivel que Esperanza Aguirre ante una trabajadora descontenta... Si! En ocasiones me volvería un salvaje que golpearía violentamente a ciert@s individu@s que realizan determinadas acciones! Eso si... para bien de mi expediente de antecedentes penales y para desgracia de mis abogados, esas sangrientas situaciones sólo tienen lugar en mi imaginación mientras que dejo hacer al individu@... bueno, al menos, de momento!
Hay una escena de una película que define muy bien mis pensamientos! Se trata de una de las que compone Alta Fidelidad, un film que particularmente me gusta mucho y que descubrí una madrugada a las tantas de la noches (que obviedad!) y sin poder dormir. En dicha escena (para quien sea tan vago que no quiera ver el video que inserto y que os recomiendo encarecidamente) el protagonista recibe la visita de la actual pareja de su ex novia, un experto en artes marciales. El pobre escucha sumisamente las sutiles amenazas del sensei para comenzar a imaginar que le planta cara, primero con palabras, luego con insultos y amenazas, y por último para propinarle una brutal paliza! Finalmente... que narices, que veáis el video!!!
En mis divagaciones con algunos seres vivos con aspecto humanoide yo paso directamente y sin ayuda a la última fase imaginaria! Pero... qué comportamientos provocan en mí tal desbordamiento de ferocidad? Hoy os cuento uno que podríamos llamar: Pero ya le has dado al botón?
Botón, palanca... varios son los artilugios involucrados. Seguro que a vosotros os ha pasado lo mismo así que mejor ilustrar con ejemplos y, violentos como yo, asentiréis!
Imaginaos llegando ante unos ascensores, supongamos que de un supermercado... lo hacéis justo delante de otra persona y como es normal, pulsáis el botón con la esperanza de que la ingrávida cabina tenga a bien recogeros para subir o bajar. Lo hacéis, como os he dicho, delante de la persona que llevabais detrás. Recientemente se ha descubierto que los ascensores, por algún extraño motivo no tienen el don de materializarse ante la puerta correspondiente al pulsador accionado, pero nuestro amigo, el de detrás, parece no estar al tanto, así que transcurridos unos 5 segundos desde que imprimís vuestra huella dactilar en el botoncito, visiblemente azorado se os adelanta, os mira de reojo como pensando "idiota..." y pulsa ÉL el mando!
Claro! Tenéis tal pinta de idiotas, de paletos que piensan que el Mar es un río muy ancho que ha tenido que llegar él que se sabe el nombre de todos los Tronistas de memoria para darle al botoncito! Eh! Y da igual que el mismo tenga un chivato luminoso que indica que ya ha sido pulsado! Nuestro "acompañante" decide que, como si fuese un VIP, se necesita de su dedo para que el ascensor llegue de inmediato! Si pasan 5 segundos más procederá a decir algo así como "vaya mierda! no funciona"! De nada servirá que hayan flechas indicativas del ascenso/descenso del aparato... le están jodiendo vivo! Pero eso ya no me importa! Lo que me saca de quicio es ese ímpetu por ser ÉL (o ella, que también las hay!) quien tenga que comprobar que nosotros somos unos ineptos que creen que el ascensor tiene reconocimiento facial cual Smartphone y nos plantamos delante de él esperando que acuda como por milagro de la Virgen María!
Debe ser mi casi extinto sentido de inferioridad. Realmente no me están mirando mal (no no), quieren ayudarme! Creen que no tengo fuerza suficiente para pulsar el mismo botoncito que cualquier padre o madre dejan apretar a su hijo de 2 años. No sé que pensarán de vosotros! Lo deben hacer para ayudarme, no porque sean unos absolutos hijos de p...! jajaja!
Los ascensores no son escenario único. El metro también! Estáis ante la puerta llegando a vuestra estación de destino. La multitud se agolpa tras vosotros. Notáis su "fresco" aliento en la nuca... el convoy se detiene y accionáis la palanca o pulsáis el botón (según modelo) esperando la apertura de puertas... y entonces uno de esos simpáticos personajes empieza a proferir "pero dale!!!" a la par que se adelanta a golpe de hombros para ser de nuevo él el que salve la sudorípara situación!
Cierto... en esos casos me pongo muy genocida. Imagino como cojo al del ascensor, le quito el dedito del botón y le doy 3 vueltas completas mientras le repito "le has dado? le has dado?". Cuando llega la cabina, y tras introducirle en ella a base de codazos en la base de la nariz, dejo su cabeza fuera de la estructura mientras el resto de su cuerpo queda en el interior... entonces, cuando levanta sus ensangrentados ojos y me mira perplejo le pregunto "subes o bajas?". Pulso el botón y mientras las puertas se dirigen hacia su cabeza le vuelvo a inquirir "ahora si que te gustaría que no le hubiese dado al botón, verdad?". Las puertas se cierran porque, recordad, es mi imaginación y no funciona la célula antiatrapamiento, y su linda cabeza queda a mis pies mientras el cuerpo ya ha llegado a la planta del parking sin ticket de compra. Los clientes del supermercado me aplauden y, antes de marcharme, pateo su cráneo que va a parar a un campo de futbol cercano, marcando un gol por la escuadra. En el caso del metro... bueno... casi que deje tanta violencia para otro día!!! Sólo os digo que "le enchufaría la tele" como recompensa por permitirnos salir en la parada adecuada... Otís... enchufa la tele...
Mira tú por donde... esa misma maravilla mental puede crear cosas maravillosas como decía al principio del texto de hoy, puede hacer actuar a héroes de los ascensores y también pueden provocar que un afable padre de familia se convierta en el temor de Henry Lee Lucas...
¡¡Qué violento vienes hoy Hermano!! Me has recordado a mí mismo tras una sesión intensiva de Naranja Mecánica jajjaja "La bonita ultra violencia que nos mataba de risa".
ResponderEliminarSi, ahora en serio, yo también tengo a veces fantasías en las que machaco a alguien, como la tipa que el otro día me lanzó el móvil a tres metros y cayó al suelo, cómo no, del lado de la pantalla... Sí, lo hizo sin querer y se disculpó, pero le asombró que yo le respondiera que podría haber ido con más cuidado. En fin, un mal día lo tiene cualquiera, pero no todos podemos decirle a Otis que enchufe la tele jajjaja
Un abrazo!!! Wassail!!!
Alex, gracias por comentar como siempre! Como eres! Si la chica te pidió perdón ya tiene la inmunidad para romper lo que quiera!!! Un abrazo Otis...digo... Alex! Wassail!
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