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miércoles, 2 de noviembre de 2016

SI TE SIRVE DE CONSUELO... NO ME HE OLVIDADO DE TI, TAXISTA! (EL ORIGEN)

Una de mis muchas divagaciones de las que hablé en mi anterior entrada, fue la de escoger un nombre para el Blog. No era ni mucho menos un tema menor. Junto con mi mujer, hice un casting en toda regla. Elaboramos una lista con cerca que 15 posibles títulos, y fuimos eliminando hasta dejar a unos pocos finalistas. Con una votación interna en la que incluí, sin ellos saberlo, a mi hermano y a uno de mis mejores amigos, ya sabéis cual fue el nombre del ganador.

De todas maneras, hubo uno de los nombres que estuvo apunto de encabezar los escritos que voy e iré publicando: Si te sirve de consuelo...

No voy a dar una explicación de porqué ese título se quedó en el tintero, y no La Zancada Metálica... no es el objetivo de esta historia, si no el relatar el origen de esa entradilla tan común y que, sin duda, usaré en bastantes de mis futuras entradas.



Si te sirve de consuelo... Cuantas veces habré escuchado esta frase a modo de introducción en unos intentos, más o menos exitosos, de aliviarme en varias de las circunstancias que me han acompañado en los últimos meses. No dudo de la buena intención de tod@s aquell@s que intentan darme apoyo contándome que familiares, conocidos, amigos de amigos, o incluso ellos mismos, han vivido cosas similares a las malas experiencias que pasé últimamente, pero hubo una ocasión para la cual he de remontarme 10 años atrás, una experiencia en la que la frasecita de marras se grabó a fuego en mi subconsciente... qué digo en mi subconsciente! En mi subconsciente, en mi consciente, en mi fase REM del sueño, y literalmente en mis costillas!!! Voy con ello.

Semana Santa del 2006. Mi por entonces novia (y actual esposa) y yo, habíamos organizado una escapada de Semana Santa a Berga, con la intención de hacer excursiones por la zona, tomando a la ciudad de La Patum como campo base. Como buenas vacaciones organizadas, una de las primeras con Vanesa como acompañante, qué podía hacer para mejorarlas de entrada? Pues hacerme un esguince en las costillas 2 días antes de la fecha de partida! Si, yo, un tipo atlético y lleno de energía donde los hubiese, decidí no dar un rodeo de 20 metros para llegar a mi moto, cuando podía saltar fácilmente una valla metálica de 2 metros y medio. Si, y al caer al otro lado de la valla el pinchazo en mi costado me hizo replantearme si aquello era tan fácil, y yo tan atlético y lleno de energía...

Por fortuna (si, que suerte...) ya había tenido el mismo problema 4 veces anteriormente y sabía manejarlo, qué hacer, qué no hacer, y así, capear con el dolor y quedar ante mi amor como un tipo duro e indestructible, que anteponía sus ganas de estar con ella a un simple pinchazo interno.

Hicimos nuestro viaje de ida en autocar (ninguno de los 2 tenía ni carné de conducir, por no hablar de coche), y durante el mismo, nuestros 2 primeros días en Berga, acompañados de sendas excursiones, el dolor parecía ir mitigando, no sin tener que convertir alguna mueca en sonrisa para endurecer mi fachada. Todos los test estaban siendo pasados con nota, así que el tercer día iba a ser memorable, con la caminata más larga planificada obteniendo su luz verde! Si! Y tanto que iba a ser memorable...

Nos levantamos, y tras un desayuno de campeones y ataviarnos convenientemente para nuestra pequeña aventura, me entró la tos... No una tos virulenta, ni fuerte, ni repentina... una tos totalmente inocente... y durante la misma, sentí como la costilla, los músculos, ligamentos, nervios, piel, y cualquier elemento corporal cercano a mi lesionado hueso, se desgarraban, fracturaban, y laceraban de una forma tan espantosa que estaba seguro de que ningún ser vivo había sentido jamás algo semejante!!! Qué? Qué estas diciendo? Qué exagero?? Que no se desgarró, fracturó ni laceró nada??? Estás en lo cierto! Pero... me vas a decir a mí lo que sentí???? Acababa de perder toda dignidad humana! Mi granítica fachada había sido dinamitada a golpe de tos! Estaba retorciéndome de dolor ante mi enamorada!... así que, tenía que ser algo tremendo, no?????

El susto inicial se pasó, pero no el dolor, y estaba claro que la única excursión que íbamos a hacer era al hospital más cercano, donde debían diseccionarme en vida para ver el alcance de mi fracaso personal y físico! Salimos de la habitación, piqué al botón del ascensor (bueno, fue ella... yo no podía ni levantar el brazo), seleccionó la planta baja y descubrí que el sólo hecho de notar el descenso del elevador aumentaba mi desgracia... y si explico las sensaciones del momento del frenazo al llegar a destino, vais a pensar que soy un quejica! Ah! Ya lo estabais pensando...

Como no teníamos ni vehículo, ni idea de a donde dirigirlo para que me pudiesen aplicar la extrema unción, nos dirigimos a la amable recepcionista del hotel, que al saber de lo ocurrido y ver mis inútiles intentos de mantener la compostura, nos dijo que no nos preocupásemos ya que nos iba a llamar a un Taxi que nos dirigiría al Hospital de la zona. Por supuesto decidí esperar en el vestíbulo y no someterme de nuevo a la tortura del ascensor. Durante los minutos de espera, me fui tranquilizando, recapacitando sobre como es de escandaloso el dolor en las costillas, y que posiblemente no sería nada más que alguna pequeña rotura fibrilar cercana al hueso.

A los 10 minutos apareció un flamante Mercedes que resultó ser nuestro transporte. Vanesa abrió mi puerta y me ayudó a sentarme. A los pocos segundos de iniciar la marcha, el Taxista, que tonto no era, y había intuido que algo malo me pasaba, nos preguntó por ello. Yo intenté contestarle, pero en ese momento cambió de marcha, y semejante maniobra temeraria me dio una punzada que cedió la palabra a mi acompañante, la cual le explicó lo sucedido. El chofer digirió mentalmente lo relatado, mientras yo acababa de pedir en silencio la eutanasia cuando el coche pasó por un pequeño bache... y volvió a hablar, esta vez, para grabar a fuego a golpe de palabra el frustrado título del Blog...

"Mmmmm... las costillas... Si te sirve de consuelo, a mí me pasó lo mismo, y vas a estar bien jodido los próximos 8 meses". He de reconocer que me sirvió de consuelo, si! Durante los 5 segundos en los que mi corazón se paró y toda mi sangre se concentró en mis globos oculares, reconozco que dejé de sentir cualquier cosa que no fuese un pavor indescriptible! No vi mi vida pasar ante mis ojos, no. Recordáis la escena de Salvar al soldado Ryan en la que Tom Hanks, en pleno desembarco, queda ensordecido y aturdido por una bomba y durante unos segundos arrastra a un soldado partido en 2 por la explosión? Imaginad al Capitán metido en un Mercedes, camino a un hospital y ahí me tenéis!

En cuanto recuperé mis constantes vitales quise replicar a aquel jinete del apocalipsis motorizado, pero estaba en plena curva de izquierdas y tuve que poner todo mi empeño en no gritar de dolor! Como que si me servía de consuelo? Yo, pesimista de por si, en un ejercicio envidiable de autocontrol, había conseguido convencerme en el vestíbulo del hotel que no sería para tanto y un ave de mal agüero con carné de conducir me estaba diciendo que me iba a pasar con aquellos estertores durante 8 meses?

Me miró por el retrovisor, y creo que confundió la palidez de mi rostro con un signo corporal que invitaba a la conversación: " si... 8 meses por lo menos... seguramente con la tos se te ha roto la costilla, y ahora esperemos que no se te clave en un pulmón". No me explico como no me desmayé directamente. Ojalá lo hubiese hecho, porque estaba claro que la transmisión del Clase E necesitaba una revisión urgente, ya que todo mi ser notaba cualquier cambio de dirección y/o velocidad del coche! Miré hacia atrás, seguro de ver que aquel auto tenía uno de esos maleteros alargados y un féretro preparado para la ocasión, pero no... la situación era real y no una pesadilla. De nuevo intenté decir algo, pero no pude... El Pulmón!!! Sería el pulmón???

Mi novia, que quedó aturdida y desorientada durante un minuto debido a los 2 cañonazos de mortero que había soltado el conductor, pero como no tenía el dolor que a mí me impedía hablar, y al ver lo que un día fue mi rostro desencajado, si que le espetó "hombre!!! pero que a usted le pasase no quiere decir que a él tenga lo mismo!!!" . El hombre quedó perplejo! Le estaban rebatiendo su diagnóstico letal, pero tal vez temiendo no tener propina, soltó un no muy convincente "noooo... claroooo... si a lo mejor no es nada". Noooo... claroooo... tu p... madre! Quise exclamar. Por supuesto no dije nada... sólo observaba como Evil Driver hacía un discreto NO con la cabeza mientras ya se divisaba el Hospital.

Bajé del carruaje que sirvió antaño para llevar a Keanu Reeves al castillo del Conde Drácula, con la ayuda de Vanesa. El taxista recibió el importe del viaje, más una propina que fue como un símbolo para comprar su silencio. Aquel ser de apariencia humana dijo "quieren que les espere para llevarles de vuelta?". Ahí tomé mi penúltimo aliento (el último lo reservé para un momento más digno) y dije "no gracias... es que a saber si he de quedarme ingresado". Quise decirle muchas más cosas, ninguna de ellas bonita. Acababa de darme el viaje en el más elaborado Tren de la Bruja, me habían augurado 8 o más meses de dolor agudo, sin poder emitir más sonido que el de un grito ahogado, cuando no un pulmón perforado... ya me buscaría la vida, si seguía con ella una vez visitado, para volver.

No tiene relevancia, pero la visita fue muy rápida, sin ningún problema más que el de una inflamación del tejido conjuntivo de las costillas. Términos médicos que me sonaron como palabras de amor. Quise abrazar y besar a aquel doctor! Tal vez lo hice, quien sabe???

10 años han pasado desde aquellos pocos minutos de viaje en taxi que lograron congelar el tiempo, y, desde entonces, cada vez que escucho la entradilla de SI TE SIRVE DE CONSUELO, no puedo evitar notar un atisbo de terror por la posible continuación de la frase. En casa la usamos a modo de broma cuando alguno de los 2 (no somos tan crueles como para incluir a los niños en esto) tiene algún pequeño problema y uno quiere "animar" al otro... Es por ello que, cuando logre tener el tiempo y el conocimiento de clasificar las entradas del blog en pestañas, habrá una destacada... y ya sabes su nombre.

Epitafio: Amigo Taxista... Si te sirve de consuelo... son 10 años ya los que llevo jodido.

6 comentarios:

  1. Tal vez al taxista le sirva de consuelo saber que han pasado ya diez años y aún no has podido olvidarlo!!!
    Al menos no te dijo: eres una pera de postre!
    Ánimo con tu blog!

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  2. Muchas gracias, Madre Superada! Pera de postre... un flan, más bien! ... No sé si habrá algo capaz de consolar al taxista, pues creo que es un alma atormentada que necesita cubrir un cupo de asustados para cumplir penitencia por las bajadas de bandera mal aplicadas!

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  3. Hola!
    Me gusta mucho más "La zancada metálica" como título para tu blog, creo que te define mucho más. El mundo está lleno de "cuñaos" con el estilo del taxista jaja, que podrían callarse la boca antes de soltar cosas como las que te decía.
    De todas formas: tú, ya te vale, por amor lo que eres capaz de hacer, en vez de irte directamente al médico. Ay... Me alegro que al menos no fuera nada comparado con lo que podría haber sido ;-) Y olé por Vanesa que supo reaccionar bien y apoyarte en ese momento.
    Petonssssss

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    1. Hola, Dona invisible, y gracias por seguir leyéndome! Tiene mérito tras ya 2 entradas! ;)

      Me alegro de que te parezca mejor el título que finalmente decidí. Como ves por la entrada, a veces no tomo decisiones tan acertadas! jajaja!

      Petons y hasta pronto!

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  4. Jajjajjajaja ¡¡¡Me he partido de risa leyendo esta entrada!!! Y eso que, te lo juro, te lo juro, tengo una contractura a la altura del omóplato izquierdo que me impide toser, estornudar e incluso inspirar hondo sin sufrir un ramalazo de dolor, aunque, si te sirve de consuelo, no tan fuerte como el que debiste pasar debido a aquella "perforación pulmonar" jajjajaja
    ¡¡El viaje con Evil Driver en el Mercedes de la muerte es genial!! Me imagino a la pobre Vanesa sin saber qué hacer mientras tu te morías de dolor jajjaja
    Lo siento Hermano, pero esta entrada, a pesar de tus pesares, podría convertirse en un monólogo para el Club de la Comedia con algunos cambios en los tiempos verbales y poco más... Espero que vengan muchas más como esta, aunque prometo no reírme DE TI, si no CONTIGO...
    Por cierto, me gustaría suscribirme al blog para que el sistema me avise cuando haya 'material nuevo' y demás, pero no sé si has puesto el botón correspondiente, yo no lo encuentro...
    Un abrazo!! Wassail!!

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    1. Hermano... siento de verdad lo de tu contractura... no sólo porque me sepa mal que te duela... es que me duele físicamente sólo de pensarlo! Tengo una extraña empatía con los dolores intercostales! Me alegro de que te haya gustado tanto el relato (100% real) y de, a pesar de tu lesión, te hayas reído tanto. Mmmm... reviso lo del botón de subscripción, pero es muy posible que lo haya colocado mal! Da por hecho también que seguirán otras entradas sobre otros personajes que, con un segundo de actuación, han quedado grabados para siempre en mi memoria. Mil gracias por tu comentario!

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