Hace algo más de un mes estuve apunto de no escribir. Llegué a casa de muy mal humor, y ese estado de ánimo era el peor editor de un texto que prometía ser un desastre... sin embargo lo hice, y no volveré ahora a explicar los motivos de mi particular código por lo que acabé aporreando, con algo más de mal genio del habitual, y con bastante menos dosis de humor, el teclado del ordenador.
Aquel día tenía una entrevista para intentar ser admitido en un curso que, desde hace meses, estoy intentando llevar a cabo con tal de reorientar mi ya casi anual y maltrecha trayectoria de desempleado. Bueno... el re-direccionamiento no iría sólo por ese lado. Más bien se trataba de formarme para poder cambiar de profesión, y abandonar cajas, palets, máquinas elevadoras, mecaluxes, y demás utensilios de almacén a fin de que fuesen utilizados por otras personas.
Mi intención desde hacía tiempo, y hacia la que fui empujado bruscamente el 10 de marzo del 2016, era retomar la que fue mi primera profesión, la de profesor, orientada esta vez hacia personas que, al igual que yo, se encontrasen en situación de desempleo y quisiesen mejorar su estado. Si con mi ayuda pudiesen hacerlo, sería motivo de doble satisfacción, ya que no sólo estaría con una labor que me motiva mucho más, sino que pondría mi grano de arena en que otras personas pudiesen salir de su particular pozo negro.
Aquel día de mal humor salí asqueado de la entrevista... y no porque pensase que no fuese a ser seleccionado. Siempre bromeo acerca de mis capacidades, y ahora hablando en serio, me veía con un perfil buenísimo para, al menos, ser admitido para ser formado hacia mis objetivos. Lo que provocó que el flujo gástrico subiese hacia la garganta fue la manera de plantear el curso por parte de la entrevistadora. Parecía más interesada en quitarme la idea de hacerlo, y, porqué no decirlo, en deleitarse mirando y hablando con mi improvisado compañero de entrevista, un chico que llegó más tarde que yo a la cita, pero al que decidió permitirle hacerla a mi lado para ignorarme casi todo el rato mientras le recordaba a mi "colega" lo simpático que era, lo joven que parecía, y otras cosas que decía su mirada y que supongo dejó salir por su boca en compañía de sus amigas. Esas mieles en palabras hacia el otro chico se convertían en exabruptos cuando era yo el receptor de su voz. La situación, aparte de grotesca, fue descorazonadora... Estaría yo interesado en una tontería? Tendría razón la tipa al reírse abiertamente cuando hablaba de "los muchos a los que entrevistaba y que le decían que querían reorientar su vida"? No es algo loable? Lo de la búsqueda de la felicidad sólo queda bien si eres Will Smith en una película?
Como os comentaba, llevo meses tras ese curso, que ofrecen unos pocos centros. En 3 ocasiones, ya seleccionado, la formación se suspendió por motivos presupuestarios... y de repente la semana pasada todos respiraron, a la vez, y a pleno pulmón.
El lugar que me provocó el ataque de bilis fue el primero de ellos, y lo rechacé por el horario, incompatible totalmente con cualquier cosa semejante a una vida familiar normal, y, porque no, por un poco de despecho. A la siguiente llamada de las 4 que recibí esa semana le dije que si, y esta semana, vuelvo a ser estudiante, 5 días a la semana, 6 horas al día. Vamos, como en el instituto!
Ahora está tocando reorganizar toda la estructura de vida de la familia. Los niños han de levantarse a las 6:30 a.m., se pasan más horas en el colegio que la directora, mi mujer es la encargada de llevarles, y yo llego a casa a medio día con el tiempo justo para comer e ir a su búsqueda en el centro escolar... Será cuestión de encontrar como acomodar las obligaciones ineludibles con las creadas (el deporte, y como no, la escritura). Esta semana, sin duda alguna, no va a ser cuando lo haga...
... iba a no escribir, y mira tú por donde, algo si que lo he hecho... Podré con todo? Seguro que no, pero con esto, DEBO poder hacerlo.
Claro que podras con todo. Yo siempre he pensado que los cursos son una gilipollez para tener entretenidos a los parados con la excusa de que al acabar el curso tienes practicas en empresa y tienes la posibilidad de quedarte. Todo mentira. Yo hice 2 con practicas y un ciclo formativo de grado medio y aqui estoy más parado que una estatua
ResponderEliminarHola Rafael. Gracias por tu nuevo comentario. Bueno... en mi caso espero que sirva. Si no no lo haría. Siento tu situación, y desde aquí te envío ánimos. A ver si nos cambia la suerte a ambos :)
EliminarHermano no dudo de que podrás con todo, o al menos eso deseo, aunque os cueste ir de cabeza una temporada... Joder, que jodida (hala, por partida doble jejjeje) es la vida de parado mayor de edad y de larga duración, yo tengo la sensación de haber estado toda mi vida en una situación chunga: cuando era joven por joven y ahora de mayor, por mayor... El caso es que, salvo el tiempo que pasé en Telefónica, no he tenido estabilidad laboral nunca más.
ResponderEliminarEn fin, espero que todo sea para bien, buff, lo de tener que levantar a los peques a las 6:30 me ha dolido especialmente, aunque ellos se hacen rápido a todo.
Muchos ánimos Hermano!!! Y un abrazo fuerte a toda la familia
Gracias Hermano! Ufff... trabajito me está costando intentar organizarme... Hasta te diría que me ha ido bien pasar por la gripe la semana pasada, porque al menos me he tenido que saltar los entrenamientos sin cargo de conciencia! Un abrazo y muchas gracias por tu comentario!!!
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